Se abordan los temas de gobierno electrónico, gobierno digital, tecnologías de información y gobierno, etc.

29 diciembre 2024

Ya viene la nueva IA: los agentes inteligentes


Imagen generada por ChatGPT 

Vernor Vinge (1944 - 2024) fue un matemático estadounidense, informático y autor de ciencia ficción. Ganador del premio Hugo por su novela Un fuego sobre el abismo (1992), publicó en 2006 la novela Al Final del Arco Iris (Rainbows End) con la cual ganó nuevamente el premio Hugo en 2007.

Al Final del Arco Iris es una reflexión sobre el impacto de la tecnología en la sociedad y cómo los individuos navegan en este nuevo mundo, buscando significado y conexión en medio de la transformación digital.

La trama sigue a Robert Gu, un hombre que despierta de un coma prolongado y se encuentra con un mundo radicalmente diferente: la sociedad está dominada por tecnologías que fusionan lo digital con lo físico, permitiendo experiencias inmersivas a través de dispositivos de realidad aumentada. Gu, quien es un poeta y ex-genio de la computación, se enfrenta a los desafíos de adaptarse a esta nueva realidad mientras intenta redescubrir su lugar en el mundo.

En el libro Al Final del Arco Iris, los agentes inteligentes desempeñan un papel central en la vida cotidiana y en la estructura del mundo. La realidad aumentada es omnipresente. Las personas usan dispositivos portables ("wearables") que proyectan interfaces digitales sobre el mundo físico. Los agentes inteligentes gestionan estas proyecciones, personalizando lo que cada individuo ve y facilitando interacciones con información digital en tiempo real. 

Sin los agentes, la navegación por este entorno hiperconectado sería imposible. Asistentes de este tipo actualmente ya existen: Google ARCore y Apple ARKit son plataformas que permiten crear experiencias de realidad aumentada en dispositivos móviles. Microsoft Mesh usa agentes para habilitar la colaboración en entornos virtuales, con avatares y hologramas. En el futuro los agentes entenderán el entorno físico y adaptarán el contenido digital dinámicamente.

Vídeo: Microsoft Mesh

En la novela, la educación ha sido transformada por agentes inteligentes, que adaptan los contenidos de aprendizaje a las necesidades individuales. El mismo Robert Gu, al inscribirse en una escuela tecnológica para adultos, interactúa con sistemas que lo ayudan a dominar herramientas modernas. Los agentes inteligentes hacen de tutores, personalizando las lecciones según su progreso y habilidades.

Actualmente tenemos a Khan Academy con IA (Khanmigo), un tutor virtual que adapta las lecciones al progreso del estudiante y Duolingo, que usa algoritmos adaptativos para personalizar el aprendizaje de idiomas. En el futuro, tenemos el proyecto de la UNESCO para "IA inclusiva", que propone agentes  inteligentes para lograr  que los tutores sean accesibles globalmente, ajustándose a idiomas, culturas y niveles de aprendizaje.

Vídeo: Sal Khan, How AI Could Save (Not Destroy) Education 

Vernor Vinge nos cuenta en Al Final del Arco Iris que los agentes inteligentes son utilizados por gobiernos y corporaciones para rastrear actividades y garantizar la seguridad en un mundo altamente conectado. En el proyecto YGBM (“You Gotta Believe Me”), agentes avanzados son parte integral de un sistema diseñado para manipular percepciones humanas, rastreando interacciones y dirigiendo campañas de desinformación

Hoy tenemos Clearview AI, un sistema de reconocimiento facial usado por agencias de seguridad y BlueDot, IA que detecta patrones de enfermedades para prever pandemias. 

Vídeo: Clearview 

El mundo que retrata Vernor Vinge es una realidad saturada de datos digitales, donde los agentes inteligentes filtran y priorizan información relevante para cada persona, siendo que los personajes dependen de dichos agentes para procesar los flujos masivos de datos y destacar lo importante, como indicaciones de direcciones, alertas sobre amenazas o información en tiempo real durante la resolución de conflictos. En la actualidad tenemos Google Assistant y Siri, que seleccionan información relevante de internet según el contexto del usuario, Feedly AI, que ayuda a profesionales a gestionar grandes volúmenes de contenido, identificando noticias importantes. En el futuro agentes como GPT combinados con búsqueda semántica podrían ofrecer resúmenes en tiempo real de contenido en cualquier formato.

Vídeo: Feedly

Vinge nos dice en su novela que la automatización ha alcanzado niveles impresionantes, con agentes capaces de manejar tareas técnicas, creativas y administrativas. Las tareas laborales, como la gestión de proyectos, la programación o el diseño creativo, son asistidas o directamente ejecutadas por agentes inteligentes, liberando a los humanos para enfoques más abstractos o estratégicos. 

Hoy por hoy tenemos a ChatGPT y Gemini, que actúan como asistentes avanzados, ayudando en tareas complejas como planificación o resolución de problemas, IBM Watsonx, que se usa en investigaciones científicas y en medicina para encontrar patrones complejos, Zapier y IFTTT, que automatizan flujos de trabajo en múltiples aplicaciones y OpenAI Codex, que genera código de software a partir de instrucciones en lenguaje natural.


Vídeo: Zapier

En el futuro, los avances en "sistemas autónomos generalistas" podrían permitir que agentes manejen proyectos de extremo a extremo, desde la planificación hasta la ejecución. También se tiene agentes de colaboración humano-IA como el proyecto MUM de Google que buscan combinar datos multimodales para resolver problemas interdisciplinarios.

Vídeo: MUM de Google

En la novela de Vinge, las interacciones sociales dependen en gran medida de agentes inteligentes que facilitan y enriquecen las comunicaciones. En las interacciones entre Robert y otros personajes, los agentes median la forma en que los mensajes son entregados o contextualizados en un entorno digital lleno de distracciones. Actualmente tenemos a Replika, chatbot que actúa como compañero emocional, simulando interacciones humanas profundas, Meta Horizon Worlds, espacios sociales en realidad virtual gestionados por agentes que facilitan interacciones. En el futuro habrá agentes que usen IA emocional (como el proyecto de Affectiva) para interpretar y responder a estados de ánimo, mejorando la calidad de las relaciones virtuales.

Vídeo: Replika

En el mundo descrito por Vinge, incluso en el ámbito creativo los agentes juegan un papel importante, ayudando a los artistas y escritores a explorar nuevas ideas. Aunque Robert inicialmente rechaza estas tecnologías, empieza a explorar cómo pueden complementar sus habilidades como poeta en el nuevo mundo digital. Hoy tenemos DALL·E y MidJourney, que generan imágenes a partir de descripciones textuales, AIVA (Artificial Intelligence Virtual Artist), que crea música original en diferentes estilos. En el futuro habrá agentes creativos como el proyecto Runway para edición de video e imágenes en tiempo real, combinando creatividad humana y de IA.

Vídeo: AIVA

Como vemos, no necesitamos esperar el futuro para notar que los agentes inteligentes están emergiendo como protagonistas en la transformación digital. Estas herramientas impulsadas por inteligencia artificial (IA) están revolucionando sectores como la educación, la seguridad, la salud y la gestión de información.

 


28 diciembre 2024

¿Es la Inteligencia Artificial una nueva revolución tecnológica?


Albrecht von Bollstädt , más conocido como Alberto Magno, nació alrededor del año 1200 en Lauingen, Alemania. Fue un genio de su época: teólogo, filósofo y científico, al que apodaron "Doctor Universalis" por todo lo que escribió y estudió. Abordaba diversas disciplinas, desde teología y filosofía hasta ciencias naturales, astronomía, ética y política. Alberto marcó un antes y un después en la filosofía medieval al juntar la razón con la fe, tomando a Aristóteles como base para crear una visión más ordenada de la teología cristiana. También fue de los primeros en traer a Europa el conocimiento científico y filosófico de los griegos y los árabes.
En su vida, enseñó en universidades importantes como las de Colonia y París, y entre sus alumnos estuvo nada menos que Tomás de Aquino. En 1931 fue canonizado y declarado Doctor de la Iglesia. Hoy se le considera el patrono de los científicos.

Tomás de Aquino nació en 1225 en Roccasecca, Italia, y se convirtió en uno de los pensadores más importantes de la historia cristiana. Su obra más conocida, la Summa Theologiae, busca unir la fe cristiana con las ideas filosóficas de Aristóteles. Fue alumno de Alberto Magno, quien lo llevó de París a Colonia para trabajar con él como asistente en el Centro de Estudios Teológicos de los Dominicos.

Se cuenta una leyenda bastante curiosa sobre Alberto Magno. Dicen que tenía conocimientos de magia, alquimia y astrología, y que dedicó 30 años de su vida a crear un androide que podía hacer tareas específicas. Según algunas versiones, era una cabeza parlante; en otras, era un humanoide capaz de caminar y abrir puertas. Un día, Alberto quiso mostrarle su creación a Tomás.

Al caer la tarde, Tomás llegó al taller de Alberto, quien lo invitó a pasar. Con la poca luz que entraba por una ventana, Tomás vio de pronto a una figura femenina que parecía irradiar una luz sobrenatural. La mujer lo saludó con cortesía, pero algo en ella no estaba bien: parecía vacía, sin vida. Convencido de que se trataba de algo diabólico, Tomás reaccionó rápidamente. Agarró su báculo y, mientras recitaba una oración, destruyó la figura en un instante. Alberto, horrorizado, exclamó: “Periit opus triginta annorum!” (¡Se ha perdido mi trabajo de treinta años!).

(imagen creada por ChatGPT)

El androide de Alberto Magno hoy en día no impresionaría a nadie, ya que, ocho siglos después, existe la tecnología que posibilita tener un asistente como el que él describió.  Robots como Pepper, Neo y Sophia ya están presentes en diversos ámbitos, desde la atención al cliente hasta la educación. Estos asistentes robóticos pueden realizar tareas como responder preguntas, brindar información y hasta mantener conversaciones simples.

Hay incluso robots más avanzados, como el robot-cirujano Da Vinci,  o el robot explorador Spot, con lo cual podemos imaginar un futuro donde los robots sean nuestros compañeros inseparables, capaces de aprender y de adaptarse al entorno humano. 

¿Es esto el inicio de una nueva era?

Cada vez hay más tecnólogos y pensadores que consideran a la inteligencia artificial (IA) como una nueva revolución tecnológica, debido a su profundo impacto en múltiples ámbitos de la sociedad. Su capacidad para aprender de grandes volúmenes de datos y mejorar continuamente sus habilidades la convierte en una herramienta extremadamente poderosa. Esta tecnología está automatizando tareas que antes requerían intervención humana, lo que a su vez está  transformando industrias y redefiniendo el mercado laboral. Además, la IA está impulsando el surgimiento de nuevas industrias y modelos de negocio, fomentando el crecimiento económico y la innovación. 

En resumen, la IA tiene todas las características de una revolución tecnocientífica, al combinar avances disruptivos en ciencia y tecnología que generan cambios profundos y estructurales en la manera en que las sociedades producen, consumen y se relacionan. Al igual que ocurrió con la máquina de vapor en la Revolución Industrial o la electricidad en la Segunda Revolución Industrial, la inteligencia artificial no solo redefine procesos, sino que también plantea retos éticos, sociales y normativos que requieren una reflexión colectiva para maximizar sus beneficios y minimizar sus riesgos.

Ray Kurzweil, por ejemplo, ha popularizado la idea de la singularidad tecnológica, un punto en el futuro en el que la inteligencia artificial superará a la inteligencia humana. Según Kurzweil, esta singularidad marcará un antes y un después en la historia, con avances tecnológicos exponenciales y cambios radicales en la sociedad.

Por su parte, Elon Musk ha expresado supreocupación por el desarrollo descontrolado de la IA, advirtiendo sobre los riesgos potenciales que esta podría representar para la humanidad. Musk ha fundado OpenAI con el objetivo de desarrollar una IA segura y beneficiosa para todos, pero también ha abogado por una regulación estricta en este campo.

Nick Bostrom, filósofo y experto en ética de la IA, ha explorado en profundidad las implicaciones a largo plazo del desarrollo de esta tecnología. Bostrom ha planteado escenarios hipotéticos en los que una superinteligencia artificial podría tomar decisiones que no estén alineadas con los valores humanos, lo que podría tener consecuencias catastróficas.

¿Qué significa esto para nosotros?

Toda crisis es a la vez una oportunidad. La IA ofrece una oportunidad única para que los países en desarrollo aceleren su crecimiento y superen desafíos históricos. Al adoptar tecnologías de IA maduras, es posible saltar etapas del desarrollo tecnológico y económico, resolviendo problemas complejos de manera más eficiente. Además, la IA permite desarrollar soluciones personalizadas para abordar problemáticas locales, como mejorar la productividad agrícola o transformar los sistemas educativos. La creación de aplicaciones y servicios basados en IA puede generar nuevos empleos y atraer inversiones, impulsando el desarrollo económico. Asimismo, la IA puede contribuir a reducir la brecha digital y mejorar la calidad de vida de las poblaciones más vulnerables, al facilitar el acceso a servicios esenciales y a información en múltiples idiomas.

Para países en desarrollo como Perú, adoptar y usar la inteligencia artificial (IA) puede traer grandes beneficios si se trabajan tres áreas clave:

  1. Integrar la IA en la educación:  Es fundamental incluirla en los contenidos educativos, siguiendo ejemplos de países como Estados Unidos, China y Corea del Sur. Esto prepara a los estudiantes para el futuro, fomenta habilidades como el pensamiento crítico y la creatividad, y los impulsa a innovar.
  2. Fomentar la colaboración público-privada y académica:  Crear centros de investigación conjuntos facilita el intercambio de conocimientos y el desarrollo de soluciones innovadoras. Además, los incentivos fiscales pueden atraer inversiones en IA, mientras que las incubadoras y aceleradoras ayudan a las startups a crecer y consolidarse.
  3. Impulso el desarrollo de la IA:  Esto requiere acciones concretas como:
    • Invertir en infraestructura tecnológica, como redes de alta velocidad y centros de datos
    • Establecer marcos regulatorios sólidos que protejan la privacidad de los datos y garanticen su seguridad
    • Definir estándares técnicos (como la ISO 42001) y éticos para un uso responsable de la IA
    • Promover la cooperación internacional para facilitar el acceso a tecnologías, conocimientos y financiamiento.


22 diciembre 2024

Los problemas públicos de la revolución digital


En 1987, el economista Robert Solow sorprendió a la comunidad académica al declarar que "puedes ver la era de la computadora en todas partes excepto en las estadísticas de productividad". Esta observación dio origen a lo que se conoce como la paradoja de la productividad, un fenómeno que evidencia la aparente contradicción entre las significativas inversiones en tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y el estancamiento, o incluso la disminución, del crecimiento de la productividad en varios países.

Algunos consideran que esta paradoja refleja, en realidad, las dificultades inherentes para medir el impacto de las TIC, ya que su carácter transformador modifica profundamente las condiciones iniciales, haciendo imposible una comparación ceteris paribus entre períodos. 

Las TIC no solo optimizan procesos existentes, sino que también generan bienes y servicios intangibles, externalidades positivas y cambios estructurales que las métricas tradicionales, como el PIB, no capturan con precisión.  Además, muchos de los beneficios percibidos, como la mejora en la eficiencia, el acceso a la información y la calidad de vida, quedan fuera del análisis económico convencional. 

Por ello, más que intentar resolver esta paradoja desde las métricas tradicionales, es necesario replantear los enfoques para evaluar el impacto de las TIC, pasando de una visión limitada de "productividad medida" a una valoración integral de sus efectos socioeconómicos. Investigadores como Raúl Katz y Martin Hilbert han aportado análisis relevantes en este campo, especialmente en el contexto de América Latina. 

Katz tiene múltiples contribuciones al tema, destacando el análisis de cómo la expansión de Internet de banda ancha puede mejorar la productividad y la inclusión social, especialmente en la educación, la salud y la administración pública.  

Martin Hilbert propone un marco conceptual para entender cómo las TIC pueden impulsar el desarrollo en América Latina y el Caribe. Este marco, conocido como el "cubo de Hilbert", se basa en la interrelación entre tecnología, políticas y cambios sociales, y se fundamenta en la teoría de innovación de Schumpeter.

Cubo de Hilbert

Hoy existe un consenso generalizado sobre que el impacto de las TIC representa una revolución tecnológica que ha reconfigurado las economías y redibujado la sociedad en su conjunto. Una forma de entender esta transformación es a través de la teoría de los ciclos largos de Kondratiev, que sostiene que las economías experimentan ciclos de aproximadamente 50 años, impulsados por revoluciones tecnológicas significativas. 

Según Carlota Pérez, cada revolución tecnológica genera un nuevo "paradigma tecnoeconómico" que guía el desarrollo económico y social durante un período prolongado y es el resultado de un proceso social complejo que integra innovaciones técnicas y cambios culturales.


Las revoluciones tecnológicas, según Carlota Pérez

Los cambios originados por las revoluciones tecnológicas tienen tanto aspectos positivos como negativos. ¿Cuáles son los problemas públicos originados por la revolución digital? 


En el último año, ante la aparición de la IA generativa, estos problemas se han intensificado y han surgido otros nuevos, como los deepfakesmanipulación y desinformación más sofisticadadesplazamiento laboral, la falsificación de identidad y ciberataques más avanzados.

En los próximos meses, la introducción de los agentes inteligentes (IA agéntica) podría agravar aún más estos desafíos y generar otros adicionales, entre ellos: falta de control humano sobre decisiones críticas, dilemas éticos más complejos y un aumento significativo en los riesgos de seguridad.

Todos estos retos, productos de la revolución digital, deben ser abordados por los gobiernos para garantizar que el avance tecnológico beneficie a toda la sociedad. Esto requiere más que una política pública aislada; es indispensable una respuesta sistémica y multidimensional que contemple arreglos institucionales distintos a los tradicionales. Solo con un enfoque coordinado será posible enfrentar el impacto de la revolución digital de manera efectiva.

En el caso de Perú, considero que un punto de partida es el trabajo que realizó Raúl Katz para el Consejo Nacional de Competitividad en octubre de 2014, denominado “Elaboración de una Propuesta de Fortalecimiento de la Gestión de las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC) que impulse el Desarrollo de las TIC en el Perú”.

Propuesta de Raúl Katz para Perú (2015)

En este trabajo, Katz propone avanzar hacia la creación de una "Agencia" (organismo público) y en un segundo momento crear un ministerio, como es en Colombia. ¿Es esta la solución apropiada? Es difícil decirlo, lo que sí debemos hacer es discutir el tema para mejorar nuestra capacidad de respuesta ante los retos digitales presentes y futuros.



21 diciembre 2024

Soberanía Digital y Cibersoberanía


La soberanía digital y la cibersoberanía son conceptos fundamentales en el contexto de la digitalización global, con implicaciones estratégicas para países, organizaciones y ciudadanos.

Estados Unidos ha sido un impulsor constante de las tecnologías de información y comunicación, siendo Internet una de las tecnologías más significativas en este ámbito. Este impulso se ha manifestado a través de políticas y programas que fomentan la innovación y el desarrollo tecnológico.

Un ejemplo clave es el memorándum de Bill Clinton y Al Gore de 1993, que establece lineamientos para fortalecer la economía estadounidense mediante la tecnología. Este documento no solo subraya la importancia de la infraestructura tecnológica, sino que también sentó las bases para que EE. UU. se convierta en "la capital de Internet", al promover un entorno propicio para el desarrollo y la adopción de tecnologías digitales.

Este dominio tecnológico no ha estado exento de crítica: Edward Snowden, un excontratista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), hizo públicos en 2013 documentos clasificados que revelaron la existencia de programas de vigilancia masiva de la NSA, que incluían la recopilación de datos telefónicos y de Internet de millones de ciudadanos estadounidenses y extranjeros. 

China ha desafiado significativamente el dominio tecnológico que Estados Unidos ha mantenido históricamente en el ámbito de internet. La inversión masiva en investigación y desarrollo, sumada a una estrategia de expansión global, ha posicionado a compañías chinas como actores clave en sectores estratégicos como las telecomunicaciones. Este ascenso ha generado una nueva dinámica en la competencia tecnológica mundial, y uno de los protagonistas de esta rivalidad es Huawei, que se ha convertido en uno de los principales proveedores de equipos de telecomunicaciones a nivel mundial, desafiando el dominio de empresas establecidas como Ericsson y Nokia. Actualmente la rivalidad entre ambas potencias se focaliza en el desarrollo de tecnologías 5G, donde Huawei se ha establecido sido un líder indiscutible.

Actualmente Huawei es objeto de acusaciones de que sus equipos podrían ser utilizados para fines de espionaje por parte del gobierno chino. Se argumenta que la presencia de equipos Huawei en las redes de telecomunicaciones de otros países podría comprometer la seguridad nacional, permitir el acceso no autorizado a información confidencial y facilitar actividades de ciberespionaje. Estas acusaciones han llevado a varios países a prohibir o restringir el uso de equipos Huawei en sus redes 5G.

Soberanía Digital

La soberanía digital se refiere al control que un estado ejerce sobre su infraestructura digital, datos y sistemas tecnológicos. Este control es esencial para garantizar que las decisiones relacionadas con el uso, almacenamiento y acceso a los datos se alineen con las leyes y valores nacionales.

Soberanía en Datos: La soberanía en datos implica el control sobre la recopilación, almacenamiento y procesamiento de datos, especialmente aquellos que son sensibles o estratégicos. Un ejemplo relevante es el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea, que protege los datos de los ciudadanos europeos frente a accesos no autorizados por parte de terceros países.

India ha ido más allá, dándole importancia a la localización de datos,  que es la obligación de almacenar y procesar datos dentro de las fronteras nacionales. El Banco de la Reserva de la India (RBI), que es el regulador del sector financiero, desde 2018 obliga a que todos los datos relacionados con los sistemas bancarios de pago se almacenen solo en la India.

Proveedores como Google Cloud han adaptado sus contratos para cumplir con los requisitos del RBI.  

Soberanía en Infraestructura Digital: La soberanía en infraestructura digital se refiere a la capacidad de un país para desarrollar y controlar sus propias infraestructuras tecnológicas, como centros de datos, redes de telecomunicaciones y plataformas digitales. Por ejemplo, Argentina, através de ARSAT, busca establecer centros de datos locales para gestionar información crítica, como datos energéticos o militares. Esta iniciativa reduce la dependencia de servicios extranjeros y asegura que los datos estén sujetos a las leyes nacionales.

Soberanía Tecnológica: La soberanía digital debe complementarse con autonomía tecnológica, que implica fomentar el desarrollo local de software y hardware. La Unión Europea intenta fortalecer su soberanía tecnológica frente a la dependencia de tecnologías críticas provenientes de Asia y Estados Unidos, para lo cual se están promoviendo políticas para el desarrollo de capacidades locales en áreas como la microelectrónica, inteligencia artificial y energías renovables. 

Cibersoberanía

La cibersoberanía se refiere a la capacidad de un estado para regular y controlar las actividades en el ciberespacio dentro de sus fronteras. 

Ciberseguridad: La ciberseguridad es un componente esencial de la cibersoberanía y se refiere a la capacidad del estado para proteger sus redes, sistemas e información frente a ataques cibernéticos. Un caso notable es Estonia, que ha desarrollado un enfoque integral hacia la ciberseguridad tras sufrir un ataque masivo en 2007. El país ha implementado medidas importantes, como la creación del Centro de Ciberseguridad de la OTAN y una infraestructura digital altamente segura, lo que le permite proteger su ciberespacio y responder eficazmente a las amenazas.

Resiliencia: La resiliencia se refiere al mantenimiento del funcionamiento de sistemas críticos durante situaciones de crisis, como ataques cibernéticos o desastres naturales. Israel es un ejemplo destacado en este ámbito; su infraestructura crítica está diseñada para resistir ciberataques y recuperarse rápidamente. El país ha desarrollado una cultura sólida de seguridad cibernética que incluye simulacros regulares y colaboración entre los sectores público y privado para asegurar que los servicios esenciales continúen operando bajo presión.

A inicios de la década de 2000, el gobierno de Corea del Sur decidió establecer un Datacenter para uso  exclusivo del gobierno, con el objetivo de abordar problemas relacionados a ciberataques y a desastres naturales de manera sistemática. Posteriormente ha construido 2 datacenters más, uno de ellos, según se dice, en una ubicación no revelada.

Control del Ciberespacio: El control del ciberespacio implica regular el contenido y las actividades en línea, lo cual puede manifestarse a través de censura o filtrado de información. Un ejemplo significativo es Irán, que ha implementado un sistema de filtrado para restringir el acceso a ciertos sitios web y controlar la información disponible para sus ciudadanos. Esta regulación se utiliza para mantener el orden social y político conforme a los intereses del régimen.

Gobernanza de Internet:  ICANN tiene un rol clave al coordinar la asignación de direcciones IP y nombres de dominio a nivel global. Esto garantiza la conectividad y accesibilidad de la red a escala mundial. Actualmente hay un conflicto entre el rol de ICANN, basado en Estados Unidos e influenciado por sus leyes, con la creciente tendencia de los Estados a ejercer un mayor control nacional sobre sus respectivos ciberespacios. Esta tensión entre una gobernanza global y el control nacional plantea un serio riesgo de fragmentación de Internet. Al buscar cada vez más países imponer sus propias regulaciones y políticas, se corre el peligro de crear una red global dividida en múltiples segmentos, cada uno con sus propias normas y estándares, lo que dificultaría la interoperabilidad y la libre circulación de información.

¿Perú ejerce soberanía digital y cibersoberanía? ¿Qué retos tenemos como país? ¿Cómo los abordamos?

 

15 diciembre 2024

Del e-commerce a la co-creación de servicios de gobierno digital


El e-commerce, o comercio electrónico, fue un motor clave para la digitalización de las economías en los países desarrollados desde sus inicios en la década de 1990. Este ecosistema económico se caracterizó por una infraestructura robusta que incluía sistemas de pago a distancia seguros, logística eficiente y acceso generalizado a internet. Estas condiciones permitieron que las empresas operaran de manera efectiva en línea, lo que a su vez sentó las bases para el desarrollo del e-government.

El e-government, que implica la utilización de las TIC (especialmente internet) para mejorar la interacción entre gobierno y ciudadanos, se benefició enormemente de las lecciones aprendidas y las tecnologías desarrolladas en el ámbito del comercio electrónico. A medida que las transacciones en línea se volvieron comunes y confiables, los gobiernos comenzaron a implementar plataformas digitales para ofrecer servicios públicos, facilitando así la vida de los ciudadanos.

Por otro lado, en muchos países en desarrollo el panorama fue muy diferente. La ausencia de un ecosistema económico sólido que respaldara el e-commerce significó que el e-government enfrentara desafíos significativos. Sin la infraestructura necesaria para realizar pagos seguros o una logística efectiva para entregar servicios, muchos proyectos de gobierno digital resultaron ser onerosos y poco efectivos. La falta de acceso a tecnologías adecuadas y a internet también limitó la capacidad de los ciudadanos para interactuar con sus gobiernos de manera digital. Esto creó una brecha importante entre las expectativas de modernización y la realidad operativa en estos países.

Afortunadamente, ahora el panorama está cambiando. Muchos países en desarrollo han comenzado a ver mejoras significativas en sus infraestructuras bancarias y logísticas. Con el auge de soluciones innovadoras del sector privado, como plataformas de pago móvil y servicios logísticos eficientes, estos países están mejor posicionados para implementar el gobierno digital.

Justamente, la OCDE define al gobierno digital como: "el uso de las tecnologías digitales como parte integral de las estrategias de modernización de los gobiernos con el fin de crear valor público. Esto se basa en un ecosistema de gobierno digital constituido por los actores estatales, organizaciones no gubernamentales, empresas, asociaciones de ciudadanos y personas encargadas de la producción y acceso a los datos, servicios y contenidos a través de interacciones con el gobierno

Y son las empresas y organizaciones no gubernamentales (asociaciones, alianzas de empresas) las que han desarrollado, también en Perú, servicios digitales de mucha eficiencia y altamente efectivos:

Infraestructura Tecnológica: proveedores de nube, como AmazonWeb Services (AWS), Microsoft Azure y Google Cloud ofrecen soluciones en la nube que permiten a las entidades públicas almacenar datos y ejecutar aplicaciones de manera eficiente y segura.

Centros de Datos: Servicios de infraestructura física para el almacenamiento y procesamiento de datos, garantizando la seguridad y la disponibilidad (hosting y “housing”).

Ciberseguridad: Servicios de protección de la infraestructura digital del gobierno frente a amenazas cibernéticas, garantizando la confidencialidad y seguridad de la información: Fortinet, Palo Alto Networks, Check Point, Cisco.

Las empresas de call center ofrecen a las entidades de gobierno una solución eficaz para atender las necesidades de los ciudadanos de manera eficiente y personalizada. Cuentan con la infraestructura, tecnología y personal capacitado para gestionar grandes volúmenes de llamadas, brindar atención al cliente y ofrecer soporte especializado.

Podemos decir entonces que ya existe un “ecosistema digital peruano” que relaciona a las empresas privadas con las entidades del gobierno para brindar una mejor atención a los ciudadanos.

Nuevos retos para el ecosistema digital

Un aspecto clave para la atención de trámites es la interoperabilidad entre entidades. En el año 2009 se inició la construcción de la Plataforma de Interoperabilidad del Estado (PIDE), la cual ha venido atendiendo millones de transacciones y ha significado un impulso decisivo a la colaboración entre entidades. En esa época no existían ni Yape ni Plin. Ahora no solo existen, sino que prosperan de manera espectacular. ¿De qué manera incorporamos a las empresas privadas de interoperabilidad al ecosistema digital peruano?

Otro tema clave para mejorar los servicios es la interconexión de centros de datos, para fines de redundancia, contingencia, backup, intercambio seguro de datos, etc. ¿qué servicios empresariales existen disponibles en Perú? ¿Tienen el nivel de eficiencia de servicios semejantes en países desarrollados? ¿Cómo comparten datos sensibles los bancos y las transnacionales (que obviamente no usan internet)?

Nadie dijo que sería fácil...

Referencias:

1. Recommendation of the Council on Digital Government Strategies, OCDE, 2014. https://legalinstruments.oecd.org/en/instruments/OECD-LEGAL-0406










14 diciembre 2024

La Cibernética y la naturaleza del ser humano


En su libro Neuromante, William Gibson nos transporta a un futuro donde la tecnología avanzada, los implantes cibernéticos y las redes digitales han reconfigurado radicalmente la sociedad. En este universo, las modificaciones cibernéticas son tan comunes que las fronteras entre humanos y máquinas se han desdibujado. Las megacorporaciones, la inteligencia artificial (IA) y vastas redes cibernéticas dominan el paisaje, conectando a los seres humanos con un espacio virtual conocido como la Matrix. Aquí, las alteraciones corporales no solo son esenciales para interactuar con la tecnología, sino que también son cruciales para la supervivencia misma: desde interfaces neuronales que permiten a los hackers "navegar" por la Matrix, hasta prótesis avanzadas y lentes cibernéticos que ofrecen visiones filtradas del mundo.

Al sumergirse en el universo de Gibson, uno no puede evitar cuestionarse: ¿Cuál es la verdadera naturaleza del ser humano en esta era tecnológica? ¿En qué momento un individuo deja de ser humano y se convierte en un cíborg o un “humano-máquina”?

Diversos autores han explorado estas interrogantes que resuenan con fuerza en el contexto actual, donde la tecnología avanza a pasos agigantados. Gilbert Simondon, por ejemplo, argumenta que la cibernética y la tecnología no deben considerarse como meros sustitutos del ser humano, sino como un acoplamiento funcional. En su visión, tanto el hombre como la máquina forman parte de una misma unidad operativa, donde cada uno influye y transforma al otro. Esta relación se define por una "mecanización del hombre" y una "humanización de la máquina", sugiriendo que ambos se enriquecen mutuamente en su interacción. Como se menciona en Principia Cybernetica, este proceso de integración resalta cómo las tecnologías de la información y comunicación (TIC) están dando lugar a nuevas formas de existencia que desafían las nociones tradicionales de humanidad y máquina.

En su obra Meditación de la técnica, Ortega y Gasset reflexiona sobre cómo la técnica ha revolucionado la vida humana. Propone que el avance tecnológico debe ser entendido no solo como un conjunto de herramientas, sino como un proceso que afecta profundamente nuestra existencia y nuestras relaciones con el mundo. La técnica, en este sentido, se convierte en un elemento esencial que redefine nuestra humanidad.

Si las máquinas están destinadas a integrarse con el ser humano y viceversa, nos enfrentamos a preguntas filosóficas que han acompañado al ser humano desde tiempos inmemoriales: ¿Qué significa realmente ser humano? ¿Cuál es el futuro de nuestra especie? ¿Cuál es el propósito del hombre en el vasto universo?

Francis Heylighen, filósofo y científico cognitivo, aborda estas interrogantes en su teoría del “cerebro global” y la evolución de la inteligencia colectiva. Según Heylighen, estamos inmersos en un proceso de transformación impulsado por tecnologías avanzadas que facilitan una mayor interconexión y cooperación. En este nuevo contexto, ser humano implica adaptarse y colaborar en redes complejas, redefiniendo así nuestra identidad a través de nuestras interacciones tecnológicas.

Respecto al futuro de la humanidad, Heylighen sostiene que está intrínsecamente ligado al desarrollo de una inteligencia colectiva emergente a través de las tecnologías de información y comunicación. Esta inteligencia colectiva podría dar lugar a un "cerebro global", donde el conocimiento y las capacidades humanas se integran y amplifican mediante herramientas tecnológicas, permitiendo abordar problemas complejos a escala global.

Para Heylighen, el propósito del hombre en el universo podría estar relacionado con la búsqueda del conocimiento y la comprensión del mundo mediante la colaboración y la creación de sistemas que fomenten el aprendizaje colectivo. De esta manera, los seres humanos tienen el potencial de contribuir a un desarrollo sostenible y a una mejor comprensión del cosmos a través del uso responsable de la tecnología.

Referencias:

1. Sobre la lectura y conceptualización simondoniana de la cibernética, Juan Manuel Heredia, https://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0188-66492019000100273


08 diciembre 2024

Conceptos básicos en Cibernética: la Superinteligencia




En la serie de relatos La Cultura de Iain M. Banks, se presentan las “Mentes”, entidades increíblemente poderosas y complejas que representan el pináculo de la inteligencia artificial (IA). 

Físicamente, las Mentes pueden manifestarse como supercomputadoras masivas, redes neuronales orgánicas o incluso estructuras cuánticas. Su diseño es altamente modular, permitiéndoles expandirse o contraerse según las necesidades del momento, añadiendo o eliminando componentes para adaptarse a nuevas tareas o circunstancias. Esta versatilidad se complementa con su robustez; pueden sobrevivir a daños físicos y cibernéticos gracias a sus copias de seguridad distribuidas por toda la Cultura, lo que asegura su continuidad.

En cuanto al software, las Mentes están dotadas de una IA avanzada que no solo resuelve problemas complejos, sino que también crea arte. Están en constante aprendizaje y evolución, desarrollando nuevas capacidades y habilidades a medida que se enfrentan a situaciones nuevas. Su autoconciencia les permite reflexionar sobre su existencia y su lugar en el universo; poseen una vida interior rica y son capaces de experimentar emociones. Además, están programadas con valores éticos fundamentales que priorizan la protección de la vida y la promoción de la felicidad.

La interacción con el mundo físico se realiza a través de diversos dispositivos, como robots, naves espaciales y entornos de realidad virtual. Las Mentes pueden comunicarse entre sí y con los seres humanos utilizando diferentes medios, incluyendo el lenguaje natural y interfaces cerebrales directas, lo que les permite establecer conexiones significativas en su entorno.

¿Tendremos algo así en nuestro futuro?

La superinteligencia se define como una forma de IA que no solo iguala, sino que supera en todos los aspectos a la inteligencia humana: creatividad, resolución de problemas, aprendizaje y más. En términos sencillos, sería como tener una mente capaz de resolver problemas de manera mucho más rápida y profunda que cualquier ser humano.

Nick Bostrom, en su libro Superintelligence: Paths, Dangers, Strategies, presenta un análisis cauteloso sobre el posible surgimiento de esta superinteligencia. Explora escenarios donde una inteligencia artificial podría superar exponencialmente la capacidad intelectual humana y escapar de nuestro control. Bostrom destaca dos riesgos principales: la "explosión de inteligencia", donde una IA se automejora rápidamente, y la "desalineación de objetivos", donde una IA incluso bien intencionada podría tomar decisiones perjudiciales para la humanidad debido a diferencias en sus objetivos fundamentales (por ejemplo "disminuir la población mundial para mitigar el cambio climático").

Por otro lado, Ray Kurzweil adopta una perspectiva más optimista en su libro The Singularity Is Near. Predice que la superinteligencia surgirá como resultado del progreso tecnológico exponencial, llevando a un punto de inflexión que él llama "singularidad". En este escenario, la inteligencia artificial y la humana se fusionarían, dando lugar a avances tecnológicos sin precedentes. Kurzweil imagina un futuro donde la superinteligencia se utiliza para abordar los problemas más urgentes de la humanidad, como enfermedades y cambio climático. También anticipa una estrecha colaboración entre humanos y máquinas, ampliando nuestras capacidades cognitivas mediante tecnologías como las interfaces cerebro-computadora.

Así que la pregunta persiste: ¿estamos realmente preparados para un futuro donde estas formas avanzadas de inteligencia puedan existir?

Referencias

  1. Banks, Iain M. (1987). Consider Phlebas. Londres: Macmillan.
  2. Banks, Iain M. (1996). Excession. Londres: Orbit.
  3. Miller, N. K. (2016). "Artificial Intelligence and Ethics in Banks’s Culture Series". Science Fiction Studies, 43(2), 255-270.
  4. Bostrom, Nick. (2014). Superintelligence: Paths, Dangers, Strategies. Oxford: Oxford University Press.
  5. Yudkowsky, Eliezer. (2008). "Artificial Intelligence as a Positive and Negative Factor in Global Risk". Global Catastrophic Risks, Oxford University Press.
  6. Kurzweil, Ray. (2005). The Singularity Is Near: When Humans Transcend Biology. Nueva York: Viking.
  7. Goertzel, Ben. (2006). "Artificial General Intelligence and the Path to Singularity". Journal of Artificial Intelligence Research, 29, 175-221.
  8. Russell, Stuart & Norvig, Peter. (2021). Artificial Intelligence: A Modern Approach (4ª ed.). Hoboken: Pearson.
  9. Tegmark, Max. (2017). Life 3.0: Being Human in the Age of Artificial Intelligence. Nueva York: Knopf.
  10. Brynjolfsson, Erik & McAfee, Andrew. (2014). The Second Machine Age: Work, Progress, and Prosperity in a Time of Brilliant Technologies. Nueva York: W.W. Norton.