Soberanía Digital y Cibersoberanía
La soberanía digital y la cibersoberanía son conceptos fundamentales en el contexto de la digitalización global, con implicaciones estratégicas para países, organizaciones y ciudadanos.
Estados Unidos ha sido un impulsor constante de las tecnologías de información y comunicación, siendo Internet una de las tecnologías más significativas en este ámbito. Este impulso se ha manifestado a través de políticas y programas que fomentan la innovación y el desarrollo tecnológico.
Un ejemplo clave es el memorándum de Bill Clinton y Al Gore de 1993, que establece lineamientos para fortalecer la economía estadounidense mediante la tecnología. Este documento no solo subraya la importancia de la infraestructura tecnológica, sino que también sentó las bases para que EE. UU. se convierta en "la capital de Internet", al promover un entorno propicio para el desarrollo y la adopción de tecnologías digitales.
Este dominio tecnológico no ha estado exento de crítica: Edward Snowden, un excontratista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), hizo públicos en 2013 documentos clasificados que revelaron la existencia de programas de vigilancia masiva de la NSA, que incluían la recopilación de datos telefónicos y de Internet de millones de ciudadanos estadounidenses y extranjeros.
China ha desafiado significativamente el dominio tecnológico que Estados Unidos ha mantenido históricamente en el ámbito de internet. La inversión masiva en investigación y desarrollo, sumada a una estrategia de expansión global, ha posicionado a compañías chinas como actores clave en sectores estratégicos como las telecomunicaciones. Este ascenso ha generado una nueva dinámica en la competencia tecnológica mundial, y uno de los protagonistas de esta rivalidad es Huawei, que se ha convertido en uno de los principales proveedores de equipos de telecomunicaciones a nivel mundial, desafiando el dominio de empresas establecidas como Ericsson y Nokia. Actualmente la rivalidad entre ambas potencias se focaliza en el desarrollo de tecnologías 5G, donde Huawei se ha establecido sido un líder indiscutible.
Actualmente Huawei es objeto de acusaciones de que sus equipos podrían ser utilizados para fines de espionaje por parte del gobierno chino. Se argumenta que la presencia de equipos Huawei en las redes de telecomunicaciones de otros países podría comprometer la seguridad nacional, permitir el acceso no autorizado a información confidencial y facilitar actividades de ciberespionaje. Estas acusaciones han llevado a varios países a prohibir o restringir el uso de equipos Huawei en sus redes 5G.
Soberanía Digital
La soberanía digital se refiere
al control que un estado ejerce sobre su infraestructura digital,
datos y sistemas tecnológicos. Este control es esencial para garantizar que las
decisiones relacionadas con el uso, almacenamiento y acceso a los datos se
alineen con las leyes y valores nacionales.
Soberanía en Datos: La soberanía en datos implica el control sobre
la recopilación, almacenamiento y procesamiento de datos, especialmente
aquellos que son sensibles o estratégicos. Un ejemplo relevante es el Reglamento
General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea, que protege los
datos de los ciudadanos europeos frente a accesos no autorizados por parte de
terceros países.
India ha ido más allá, dándole importancia
a la localización
de datos, que es la obligación
de almacenar y procesar datos dentro de las fronteras nacionales. El Banco de la Reserva de la India (RBI), que es el regulador del sector financiero, desde 2018
obliga a que todos los datos relacionados con los sistemas bancarios de pago se almacenen solo en la India.
Proveedores como Google Cloud han adaptado sus contratos para cumplir con los requisitos del RBI.
Soberanía en Infraestructura Digital: La soberanía en
infraestructura digital se refiere a la capacidad de un país para desarrollar y
controlar sus propias infraestructuras tecnológicas, como centros de datos,
redes de telecomunicaciones y plataformas digitales. Por ejemplo, Argentina, através de ARSAT, busca establecer centros de datos locales para gestionar
información crítica, como datos energéticos o militares. Esta iniciativa reduce
la dependencia de servicios extranjeros y asegura que los datos estén sujetos
a las leyes nacionales.
Soberanía Tecnológica: La soberanía digital debe complementarse con autonomía tecnológica, que implica fomentar el desarrollo local de software y hardware. La Unión Europea intenta fortalecer su soberanía tecnológica frente a la dependencia de tecnologías críticas provenientes de Asia y Estados Unidos, para lo cual se están promoviendo políticas para el desarrollo de capacidades locales en áreas como la microelectrónica, inteligencia artificial y energías renovables.
Cibersoberanía
La cibersoberanía se refiere a la capacidad de un estado para regular y controlar las actividades en el ciberespacio dentro de sus fronteras.
Ciberseguridad: La ciberseguridad es un componente esencial de la
cibersoberanía y se refiere a la capacidad del estado para proteger sus redes,
sistemas e información frente a ataques cibernéticos. Un caso notable es Estonia,
que ha desarrollado un enfoque integral hacia la ciberseguridad tras sufrir un
ataque masivo en 2007. El país ha implementado medidas importantes, como la
creación del Centro de Ciberseguridad de la OTAN y una infraestructura digital
altamente segura, lo que le permite proteger su ciberespacio y responder
eficazmente a las amenazas.
Resiliencia: La resiliencia se refiere al mantenimiento del funcionamiento de sistemas críticos durante situaciones de crisis, como ataques cibernéticos o desastres naturales. Israel es un ejemplo destacado en este ámbito; su infraestructura crítica está diseñada para resistir ciberataques y recuperarse rápidamente. El país ha desarrollado una cultura sólida de seguridad cibernética que incluye simulacros regulares y colaboración entre los sectores público y privado para asegurar que los servicios esenciales continúen operando bajo presión.
A inicios de la década de 2000, el gobierno de Corea del Sur decidió establecer un Datacenter para uso exclusivo del gobierno, con el objetivo de abordar problemas relacionados a ciberataques y a desastres naturales de manera sistemática. Posteriormente ha construido 2 datacenters más, uno de ellos, según se dice, en una ubicación no revelada.